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Últimas Críticas
Drama lA?dico
Freijeiro un sosegado relato en voz baja de los
descubrimientos y visicitudes de la vida cotidiana, quizA?
irA?nico, tal vez extrovertido, narrado con una grafA�a
fluida tout court y un color ardiente, palpable, sensual.
El ojo de este vA?lido artista espaA�ol conserva la gracia
de la inocencia y la mansedumbre melancA?lica -por
su aparente luminosidad cromA?tica- de un observador
atento y con la fuerza de captar cuanto se mueve en su
entorno, crA�tico sutil de los acontecimientos humanos
que el artista encasilla en la memoria dejando madurar
dentro de las mA?ltiples sensaciones conservadas,
eligiendo los colores del recuerdo, el orden compositivo
e inventivo de las masas y volA?menes antes de plasmar
cualquier relato.
Las imA?genes grA?ficas marcan un recorrido interno,
casi en voz baja, versiones ideogrA?ficas concebidas
en el archivo de la memoria, en una aparente
inestable topografA�a y fragmentaciA?n de los conflictos
interiores, de nuevos convencionalismos de formas,
de percepciones lA�ricas y de metA?foras alimentadas
de una sorprendente pasiA?n cromA?tica.
Al ver las obras de Freijeiro, ejecutadas por bloques,
por series de planos con mA?rgenes netos, sin
volatilizarse la uniA?n o el ajuste, en los cuales los
colores se entrelazan por inercia, como las muescas
o las cristaleras movidos por la necesidad estructural
de subrayar y evidenciar, mA?s que rellenar espacios.
Se advierte al instante el hecho de encontrarse frente
a un artista muy vA?lido, provisto culturalmente de
las lecciones de los grandes maestros, indemne de
cualquier retA?rica, que prefiere una textura grA?fica de
tamaA�o capilar, delicadA�sima, que condensa los valores
de la pasta cromA?tica (en gran parte colores acrA�licos) sin
mortificar jamA?s la robustez y la frescura expresiva.
El repertorio formal de Freijeiro se desata con un
amor descubierto en la luz, en la representaciA?n
extremadamente poA�tica de la realidad que lo
circunda, una representaciA?n que definirA�a autA?noma,
no encasillable en esta o aquella corriente o
movimiento artA�stico, en cuanto este artista espaA�ol
no busca patentes de novedades fuera de su historia,
sino que abre, mA?s bien, con su producciA?n y con la
honestidad de su trabajo, un umbral neto del infinito
a la provisionalidad de la vida y de la historia del
hombre, buscando la verdad de un orden interior y
recreando a�?la realidad del mundo en la novedad de
su sentimientoa�? en una llave cromA?tica libre y plena
en la que los golpes de su corazA?n estA?n siempre en
armonA�a con la ejecuciA?n de cualquier pintura.
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a�?Pensiero e Artea�?
Bari. Italia 1996